Para facilitar la convivencia y reforzar el vínculo propietario-perro, así como para evitar y corregir posibles trastornos, es recomendable enseñar las siguientes órdenes básicas:

  • Ir caminando al lado sin tirar de la correa.
    • Sentarse.
      • Tumbarse.
        • Quedarse quieto.
          • Acudir a la llamada.

          Para ello, usaremos el juego y grandes dosis de paciencia con el fin de evitar estresar al perro, ya que un perro estresado es una fuente de posibles problemas, y lo que queremos conseguir es justo lo contrario. De esta manera, nuestro amigo canino disfrutará mientras aprende.

          La metodología a seguir se caracteriza por una primera entrevista en casa del cliente, donde podremos observar tanto su entorno como su comportamiento habitual, así como obtener toda la información relevante. Es entonces cuando se establecerá un programa educativo, donde el propietario tiene un papel totalmente activo, ya que ambos son los que tienen que aprender.

          Contáctame

          “El mayor placer de un perro es que puedes hacer el ridículo con él, y no sólo no te regañará,
          sino que él hará el ridículo también.”

          (Samuel Butler)

          Contáctame